Delirios

Para hacer este cómic, comencé por documentarme acerca de Goya y su obra. Los Caprichos enseguida llamaron mi atención, por la disparidad que hay entre los temas que los conforman. Investigando un poco más, descubrí que estos grabados podían clasificarse en dos grandes grupos según la temática que trataran: por un lado, están aquellos que giran en torno a la crítica social desde un punto de vista influenciado por la Ilustración; y, por otro, láminas protagonizadas por seres extraños que poco tienen que ver con la razón. Además, leí un artículo en el que se teorizaba con la opción de que el origen de esta segunda vertiente de los Caprichos po­dría haber sido algún tipo de consecuencia psicológica que había sufrido Goya después de recuperarse de la grave enfermedad que tuvo en 1793. Así, me pareció interesante realizar el cómic presentando a un Goya que señala vicios, criaturas perversas y errores de la España de su época como una manera de librarse de los delirios que le atormentan.

Una vez que ya tenía decidida la temática de la historia, comencé con el cómic. Tenía muy claras las viñe­tas de las dos páginas finales, con el Goya atormentado enfrentándose al Goya ilustrado que trata de des­hacerse de sus alucinaciones. El resto de las páginas las utilicé para ofrecer un pequeño contexto acerca de la temática del relato y el contexto sociocultural (el enfrentamiento entre Iglesia e Ilustración) de la época. Para el acabado estético del cómic, me inspiré en los Caprichos, e intenté darle una apariencia similar.