Despierta
La obra de Goya, en particular sus grabados, me ha parecido fascinante desde muy joven. Por eso, enfrenté este desafío creativo de manera muy entusiasta, pero también consciente del esfuerzo y dedicación artística que esto sugiere. En términos estéticos, mi deseo era realizar un homenaje a su obra gráfica y sus características y particularidades técnicas. Para esto me focalicé en el estudio de su trazo y sus formas de articular los distintos planos dentro de un cuadro.
El comienzo del trabajo, que materializaría en el cómic Despierta se fue nutriendo, en un principio, de mis diarias visitas a bibliotecas y lugares específicos, que me permitieron adentrarme en sus trabajos y su vida y, también, circunscribirlo dentro de un contexto determinado. Aunque siempre había pensado que me identificaba ante todo con su visión crítica de la guerra, hubo un lado del artista que se me desveló gracias a libros como Goya. A la sombra de las Luces de Tzvetan Todorov: Goya el pensador, el observador, el crítico de la sociedad que logra exponer los vicios humanos sin hacerlo desde un punto prepotente.
La actualidad de su discurso me sorprendió gratamente, además de permitirme realizar el puente creativo, entre los estudios teóricos emprendidos sobre su obra y vida, con lo familiar y actual de sus postulados, todo esto desembocado en la arquitectura final del cómic.
Comencé copiando las obras que llamaron mi atención, con el fin de establecer formas de interrelacionarlas dentro de tópicos comunes. Fue precisamente durante este proceso que descubrí el grabado Murió la Verdad, el cual motivó el uso de encarnaciones de la historia y de la inocencia como protagonistas. En cuanto al texto, el sostén fueron las leyendas de los Desastres de Guerra. El proceso digital de diseño y maquetación, permitió ampliar y profundizar el contenido del cómic.