Señor del Eterno Olvido
Para la realización de las cuatro páginas autoconclusivas de Señor del Eterno Olvido se empezó por una lluvia de ideas en la que se barajaron distintas obras del pintor Francisco de Goya. Entre ellas, se decidió trabajar alrededor de los Caprichos y crear una pequeña ficción basada en la extraña realidad que vivió Goya a la hora de su creación.
En un momento donde le acuciaba la sordera y en el que sentía un enorme rechazo por el estado de la sociedad española, a Goya le atormentaba la muerte más que nunca. Con ese punto de partida se creó el guion inicial de Señor del Eterno Olvido.
A la hora de afrontar las páginas a dibujar, se comenzó por bocetar algunas de las criaturas que Goya plasmó en sus obras. También se diseñó un personaje basado en algunos de sus autorretratos para representarle a él y a una figura que fuera fácilmente reconocible con La Muerte. Para esta última, se decidió un diseño que pueda llegar a parecer dulce y bello.
Tras el diseño de los personajes se trabajó un storyboard que se usaría como referencia para la obra final. En este primer storyboard se trabajaron, tanto los planos, como los posibles contrastes que podrían aparecer.
En cuanto a la técnica, se optó por dar un aire de trabajo tradicional empleando varias herramientas como tinta, plumilla, rotulador de precisión y pincel para la línea. A la hora de realizar la escala de grises de cada una de las viñetas, se utilizó pintura digital, replicando así el trabajo de tinta en aguadas. Con esta decisión se trató de dotar de cierto tenebrismo y aspecto oscuro a la obra final.