Goya y su época
La época en que vivió y pintó Goya se extiende desde 1765 hasta los años posteriores a la Guerra de la Independencia. Buena parte de ese periodo se corresponde en España con el desarrollo de la Ilustración, movimiento intelectual originado en Francia a mediados del siglo XVIII y que en nuestro país alcanzó su desarrollo en la etapa final del Antiguo Régimen. Goya, a partir de la década de 1780, se dejó influir por las ideas ilustradas de sus amigos intelectuales, desde Jovellanos y Meléndez Valdés hasta Ceán Bermúdez y Moratín, y ese espíritu de “las luces” se aprecia con claridad en esa época, tanto en obras de pintura como de grabado.
En ese amplio periodo, de media centuria larga, se sucedieron y convivieron distintas corrientes, estilos y sensibilidades artísticas y pictóricas. Desde el tardobarroco y el rococó, predominantes en la primera etapa, hasta 1780 aproximadamente, pasando por la corriente academicista, que tomaba modelos clasicistas italianos y asimilaba, de forma muchas veces contradictoria, el idealismo clasicista de Mengs, verdadero guía artístico para académicos ilustrados y artistas inquietos, y el posterior neoclasicismo, detectable, por lo que se refiere a la pintura, en el reinado de Carlos IV, hasta desembocar en un incipiente romanticismo, del que en el panorama pictórico español de esos años finales de la centuria sólo Goya fue partícipe, cuando todos los demás pintores cortesanos y académicos procuraban adaptarse a un neoclasicismo que llegaba a España con algo de retraso.
En el Museo está representada la pintura de esa época de Goya, con obras de algunos de los más importantes pintores que vivieron y triunfaron en ella, que influyeron en el pintor de Fuendetodos o que fueron sus rivales en el ambiente artístico de la Corte española o de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, desde Giaquinto y Mengs hasta su cuñado y maestro Francisco Bayeu o Mariano Maella.